Lo último de Res Publika Blog

miércoles, 15 de julio de 2009

Sobre la tolerancia:

La tolerancia, esa palabra que todo el mundo utiliza pero que pocos comprenden. Esa palabra, ese vocablo, que aun siendo simple de entender la gente pretende darle un significado más allá del suyo. Tolerancia significa respetar las ideas, creencias o prácticas de otras personas, siendo estas diferentes o contrarias a las propias. Y aquí está el primer problema de la tolerancia, en su definición. ¿Cómo se puede respetar algo que es contrario a uno mismo? No hay forma de hacerlo, es la trampa de la palabra. El respeto se puede dar en cosas diferentes, pero en opuestos, en contrarios, es imposible, por eso son contrarios.
Por ejemplo, no se puede respetar otra religión cuando la propia se proclama única. No se puede respetar, al menos siendo coherente algo que es contrario a ti o a tu forma de pensar, crees o actuar. Por tanto la palabra tolerancia, es utilizada como medio de engaño para hacerse respetar o hacer respetar algo imponiéndolo sin que eso repercuta una hostilidad. Me explicare, cuando alguien dice se ha de tolerar todas las tendencias políticas, siempre y cuando las otras toleren a las otras, está pretendiendo que izquierda y derecha vayan juntitos de la mano, cosa que si somos lógicos y consecuentes, no puede pasar, dada su naturaleza opuesta, que precisamente por eso reciben nombres distintos y opuestos.
Dentro de la izquierda, se puede tolerar que ciertas diferencias, pero como son de izquierda igualmente, no son contrarios y por tanto SI ES POSIBLE esa tolerancia. ¿Cómo pueden ser tolerantes personas que piensan que los toros son un asesinato de animales inocentes y los que piensan que los toros son un espectáculo o incluso una tradición? Tomando este ejemplo se puede ver que es IMPOSIBLE porque son opuestos y unos buscan lo contrario al otro y por tanto si alguno de los dos se retracta dejaría de ser lo que son, procorridas o antitaurinos.

En definitiva en este ejemplo tan simple se puede apreciar la gran controversia que implica la palabra, pero si vamos más allá de la palabra y vamos a la vida cuotidiana, nos damos cuenta de que en muchas ocasiones la tolerancia no es algo eficaz o viable. Por un lado tenemos los ejemplos religiosos, que creo que queda sobre entendido que dos religiones distintas y que se autoproclaman “verdaderas”, no pueden tolerarse porque se convierten en contrarias. Por otra parte, la tolerancia suele ser algo pasajero, porque si no, no es tolerancia, es CONVERSIÓN, que es muy diferente. Cuando una persona que nunca le ha gustado el futbol y lo ha criticado, y por “tolerancia” lo ve y lo sigue, o simplemente lo permite no es tolerancia, es una conversión, es aceptar algo, cambiar tu visión para dar cavidad a eso que antes no tenía cavidad en tu forma de ver las cosas. La tolerancia en todo caso es pasajera, momentánea, esporádica, alguien en contra del futbol o la mercantilización de este ve un partido con sus amigos porque hace mucho que no los ve y quiere estar con ellos, aunque sea en algo como un partido. En el caso anterior es tolerancia, él no renuncia a sus ideales, solo los pospone por algo mas importante y momentáneamente, de lo contrario se estaría convirtiendo en algo que antes no era. Es decir la tolerancia o hace que cambies, y por tanto deja de ser tolerancia porque pasa a ser algo diferente, o es inviable. Lamentablemente los partidos políticos, grupos minoritarios y demás entes sociales menores, lo utilizan para poder imponer sus ideas de forma no agresiva, y que se les permita cosa o se acepten cosas que, sin la palabra mágica, no se consentirían, haciendo que un gran número de personas cambien sus puntos de vista y lo introduzcan a su forma de verlo o en su defecto hacen que la mayoría pase a ser algo “mal visto por la sociedad” algo curioso, pues la mayoría de la sociedad piensa de forma contraria.


En definitiva, en opiniones opuestas, la tolerancia es, más que difícil, imposible y todo aquel que intente utilizarla a su favor, diciendo, por ejemplo, que él es tolerante, y que no tolera a los intolerantes, aparte de contradecirse, es un poco hipócrita, porque difícilmente podrá tolerar todo, y si eso que se ha de tolerar toca la tolerancia aun menos. Por tanto seas como fuere, es imposible. Si se quieren tomar ejemplos, el más claro es la intolerancia de los tolerantes, que respetan todo mientras a ellos no les toquen, que consienten todo menos que les toquen a ellos y que sus ideas son las mejores y las que hay que seguir, porque claro, son tolerantes, están en el buen camino. Es curioso que aquellos que defienden la tolerancia suelen ser con frecuencia los primeros que censuran, prohíben e ilegalizan con tal de que la opinión contraria no salga a la luz y defender así la “tolerancia”, es curiosos ¿verdad? También es curioso ver como cada día los tolerantes dan más argumentos para no tolerar los argumentos contrarios a ellos, radicales, extremistas, en definitiva cualquier mote para desprestigiar al interlocutor y hacer que sus palabras, teniendo o no sentido, no sean aceptadas porque el interlocutor no es digno de escuchar. ¿Quién quiere escuchar a un facha? Solo dirá tonterías, aunque sus tonterías, en alguna ocasión pueden tener mucha razón.

Para finalizar este artículo solo recordar que la mayoría de personas que realmente son tolerables no acaban muy bien, y es que como bien se dice popularmente, todo en demasía es malo, incluso la tolerancia. Así pues la tolerancia se hace inviable en un mundo de opuestos, que casualmente es en el que vivimos.

Escrito por Aeldim, del foro Respublika.

No hay comentarios:

Publicar un comentario