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martes, 21 de abril de 2009

Había una vez un populacho engañado... (Parte II)

Primera parte del artículo

En este momento las cosas pintaban bien, ellos tenían el poder, el dinero vivían como reyes, nada podía ir mejor… ¿o sí?
Aquí llega el arca de los capitalistas, el descubrimiento que haría que el capitalismo pasara a dominar el mundo. La industria, surgida del aprovechamiento del vapor para hacer energía y de la producción en cadena y el trabajo organizado. Bajo estas premisas tenemos la base para que se funde el capital, y lo que actualmente conocemos como Burgueses.

Los burgueses muy hábiles ellos, consiguieron que su nuevo sistema económico, el del libre mercado, se impusiera, haciendo que los que más dinero tuvieran, tuvieran todo. Esto hasta aquí puede parecer justo, pero aquí viene el pero, en dos grandes clausulas no especificadas cuando analizas el “contrato social”. 1º los sueldos que gana un trabajador nunca serán suficiente como para salir adelante trabajando para otro, es decir quién nace obrero, obrero se queda y 2º el estado debe ayudar a la población ayudando a las empresas. Es decir, se cierra el corrillo de gente privilegiada que puede ser capitalista y se dispone a que el bien común, o el estado, ayuda a salir de los problemas que pueda tener dicho corrillo privilegiado. Y por si hubiera un pero existen los bancos, se puede responder: pero mira quien los controla. En definitiva económicamente no hay manera de entrar en ese corrillo que quieren hacer ver que no existe y que todo forma parte de la imaginación de cuatro chiflados de turno o en su defecto de cuatro complotistas que no tienen nada mejor que hacer que perder el tiempo. Todo eso debidamente financiado dando voz a algunos, desmintiéndolo de tal forma, inventándose tal cosa… y así poco a poco ir desvirtuando la realidad hasta que lo que llegue al ciudadano de a pie sea algo poco creíble.
Ahora y entrando más en la zona política, tenemos a esos personajes, que están acaudalados y que tienen el poder, intentando evitar una revolución en su contra e intentando estabilizar la sociedad. Lo primer que hacen es llevarse la explotación dura a fuera de Europa, con el colonialismo. Así tenían un tiempo escaso para calmar un poco a la sociedad, pero dada su avaricia, la pifiaron y en la revolución industrial quisieron tirar demasiado la cuerda, y esta casi les explota, pero se quedo en el casi. Consiguieron tranquilizar el asunto con unas pequeñas reformas. El nazismo y la dictadura estalinista, consiguieron alejar del todo a la gran masa de los ideales revolucionarios y socialistas, dejando solo un pequeño hueco a lo que hoy se llama socialdemocracia y que tiene tanto de izquierda como el negro de cualquier color. Extrañamente, el nazismo dejo un gran legado que los burgueses supieron reutilizar, el control de las masas y la publicidad. Casualmente el “estado de bienestar” tal como lo conocemos ahora, surge después de la segunda guerra mundial, con un consumismo fuerte que nace en los estados unidos y se va extendiendo. Extrañamente todo rasgo de lucha social en Europa y los países “del primer mundo” pierde fuella y se adormece. Y aquí llegamos al tramo de trayecto en el cual nos encontramos hoy en día, lo diferente es “malo”, pero ellos hacen diferencias; la violencia es “salvaje y nefasta”, pero mientras nos la prohíben ellos la utilizan; la democracia es una oligarquía; ser antisistema es ser un ser no pensante y en general llevarles la contraria es ganarte su enemistad y los calificativos más bonitos que el diccionario pueda darte, en una frase, llévales la contraria y estas equivocado automáticamente, eppur si muove.

En conclusión, estamos en el momento de la historia, el cual el obrero está anclado en su estatus social y difícilmente puede salir. La política y la moral están íntimamente ligadas y no seguir lo que esa moral dice, puede ser problemático. La libertad de expresión esta de falsete y la libertad de pensamiento le sigue a la par. Hay comida en el mundo para calmar todas las barrigas, pero cada día mueren miles de personas de inanición. Hay una gran riqueza, pero cada día aumenta la riqueza de unos pocos y disminuye la de unos muchos. Hoy en día, al igual que en la edad media, trabajar para pagar unos diezmos, impuestos, que en vez de darte protección ante los invasores, te dan unos servicios, trabajas para un señor, el cual tiene más poder que tu y de tu trabajo saca lo necesario para pagar al “señor feudal”. Seguimos atascados en opresores y oprimidos, lo peor es que ahora, a diferencia de antes que no se veía por falta de cultura y todo era más difícil, lo vemos pero nos engañamos a nosotros mismo, creyendo que esto es lo mejor y que se debe estar agradecido por haber nacido aquí.

Escrito por Aeldim del foro respublika.

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